
30 Ene Del proptech a la transformación digital: El reto para el sector inmobiliario
El balance tradicional
El 2018 llegó a su fin. Las cifras muestran que en el “inmobiliario tradicional” ha sido un buen año: la venta de viviendas recupera las “alegrías” de los años del boom, los volúmenes de inversión mantienen las cifras de los 5 últimos años, etc.
Me imagino que muchos de vosotros habréis tenido un fin de año de “rally” para poder llegar a los objetivos. Esa firma de última hora que se encalla en la Notaría; esas dos últimas operaciones en las que ha habido que apretar para que entraran en los números de este año… En términos ciclistas, más de una operación seguro que ha salido gracias al último golpe de riñones para llegar a la línea de meta. No tengo más que daros la enhorabuena.
Pero os voy a aguar la fiesta porque el contador se ha puesto de nuevo a cero. 2019 es un nuevo lienzo en blanco en el que habrá que volver a escribir la historia de este nuevo año. Toca volver a ponerse el mono de trabajo y bajar al barro.
Este año 2019 nace bajo la incertidumbre por aspectos, como siempre, ajenos a nosotros: ¿Tendremos un “súper domingo” en mayo? ¿Qué pasará con el Brexit? ¿Aguantará Europa los envites de los nacionalismos -pues todo apunta a que tendremos unas elecciones al Parlamento europeo “movidas”-? ¿Se cambiará la legislación de SOCIMIS? ¿Qué ocurrirá con la regulación del alquiler? De los Presupuestos Generales del Estado, mejor ni hablo.
La verdad es que prefiero no hacer de pitoniso y mejor será dejarse ir y capear el temporal porque, la verdad, llevamos anclados en la incertidumbre desde 2014 y hemos ido sobreviviendo año a año…
El balance de la innovación y transformación digital
Donde sí me quiero centrar es en qué ha pasado en el sector en el ámbito de la transformación digital (y en una parte de ésta, que es lo que llamamos “proptech”) y qué retos debemos plantearnos para 2019.
Los números fríos parecen razonables. El año arrancó con poco menos de 200 startups en el panorama proptech y en el último mapa de 2018 tenemos 259. Parece que empresas tradicionales y startups aumentan su colaboración, si bien se ha bajado un punto en la puntuación que dan éstas últimas a su satisfacción de esa colaboración.
En cuanto a eventos en España, en SIMA pudimos disfrutar de unas jornadas dedicadas al proptech con SimaTech y todo apunta que, tras el éxito, se volverá a repetir este año. Tuvimos la Proptech Unconference organizada por Finnovating y en la que tuve el placer de formar parte de la organización, con mejores resultados que el año anterior y la incorporación de empresas del sector inmobiliario a las que aprovecho para agradecer su apoyo. Y, por último, Barcelona Meeting Point también apostó por la innovación del sector con BMP Proptech.
A esta ola de proptech ha ayudado el desarrollo, por parte de algunas empresas, de programas de aceleración como Neinor y su Neinox Next en septiembre con 4 startups (Architechtures, Bigle Legal, Plactherm y 4Domo) o Proptech Challenge de CBRE. Los últimos en unirse han sido Barcelona Meeting Point y Merlin Properties y su Merlin Proptech Challenge.
Superando el «proptech»
Si acabáramos aquí el balance podríamos pensar que las cosas van bien, paso a paso. ¿Qué más se puede pedir si con esto parece suficiente?
Pero la verdad es que mi visión no es optimista. En la famosa curva de Gartner no sé si es que no hemos llegado al “Pico de Euforia” y empezamos el camino de descenso o es que, ni siquiera hemos llegado a ese pico y estamos todavía en el largo camino al mismo.

Es cierto que mi visión viene de sensaciones porque no tenemos datos que puedan medir cómo nos encontramos en el desarrollo de innovación y transformación digital del negocio (aunque os adelanto que estoy trabajando en ello, pero de momento poco puedo desvelar).
Os llamo la atención sobre el uso de las palabras “innovación” y “transformación digital” y no tanto proptech. Y es que, tras un recorrido ya de unos años sobre el proptech, me he convencido de que debo adoptar las palabras de James Dearsley, uno de los referentes a nivel mundial, que considera que el “proptech es una pequeña parte de una transformación digital más amplia en la industria inmobiliaria”. Este movimiento que debemos acometer supone un cambio tecnológico y de mentalidad en la industria y sus actores. En resumen, mi idea de hacia donde debe caminar el sector excede del propio concepto proptech.
El pasado mes de septiembre, KPMG presentó su segundo informe anual sobre proptech (Global Proptech survey 2018) a través del cual controla el ritmo del cambio en la industria y ayuda a las organizaciones a comparar su progreso comparándolo con sus iguales. La conclusión principal del informe es que KPMG continúa viendo más conversaciones que acción, los ejecutivos del sector tienen en su agenda estrategias proptech pero las acciones que se están llevando a cabo tienen un carácter defensivo más que una apuesta real por la transformación digital como estrategia.
Debemos cambiar
Esto creo que nos debe preocupar, pues hemos podido ver cómo otros sectores no han sabido adaptarse o bien lo han hecho lentamente y eso ha supuesto que grandes compañías hayan fracasado (Kodak, Nokia, Blockbuster y más cercanas a nosotros Sears o Toys’r’Us). Estoy de acuerdo con KPMG en que debemos actuar, y cuanto antes mejor, si no queremos seguir el mismo camino.
No podemos continuar en la parálisis por análisis. No obviemos que es probable que, si vemos alguna amenaza potencial en el mundo digital, si no actuamos contra ella, se puede materializar si no nos adaptamos y tomamos la delantera.
Tampoco debemos seguir esa tan manida estrategia, adoptada por líderes en otros sectores, de acercarnos a la tecnología, pero no avanzar a la espera de que nuestros iguales hagan el primer movimiento y convertirnos en “fast followers”.
Desde mi humilde punto de vista, en este 2019, el sector debería afrontar los siguientes cambios:
- El primero, y más evidente, es tender puentes entre startups y su entorno y el mundo tradicional, pero desde una perspectiva de iguales y con ánimo de aprender unos de otros pues eso ayudará a remover barreras y desarrollar soluciones que resuelvan problemas del mundo real
- Abrir las ventanas y tomar aire fresco. Esto, que es una expresión poética, no deja de ser, simple y llanamente, buscar vías de colaboración con empresas de otros sectores para crear ecosistemas de colaboración ¿Por qué encerrarnos en nuestro sector si tenemos un mundo amplio y global que no ofrece múltiples oportunidades?
- Cambiar modelos de trabajo, dejar de trabajar en silos y entender que el bien común de las organizaciones es nuestro bien común. Los modelos anticuados y anquilosados sobre los que seguimos trabajando, priman nuestros objetivos y los de nuestro departamento, lo que acaba provocando, en muchas ocasiones, una competencia interna que, si alguien realmente lo analizara detenidamente, crea múltiples ineficiencias y pérdidas de oportunidades de negocio.
- Por último, afrontar el proceso que, como profesionales, debemos acometer para afrontar los retos futuros. Ver la jugada, saber analizarla y adoptar las medidas necesarias para evitar que nos convirtamos en el Kodak del inmobiliario.
Es obvio, que los primeros que deben adoptar esos cambios son los ejecutivos de las organizaciones, pero también todos los que formamos las mismas debemos prepararnos para ese cambio.
En ocasiones parece que los objetivos de aumento de la inversión, ocupación de espacios comerciales y de oficinas o venta de viviendas son incompatibles con el objetivo de crear los cimientos de un sector adaptado al futuro y creo que no debe ser así. Los primeros cubren la cuenta de resultados y objetivos del corto plazo; los segundos nos robustecen para seguir cumpliendo objetivos año a año, ayudan a la pervivencia de la empresa.
¡A por ello!
Os dejo con estas palabras de Xavier Marcet (Presidente de Lead to Change y Presidente de la Barcelona Drucker Society)en una entrevista de El Correo el pasado 17 de enero: “Cuando hacemos estrategia no podemos hacer sólo planificación, porque el mundo se mueve mientras nosotros planificamos. En el siglo XX igual valía, pero en el XXI hay que hacer planificación e innovación al mismo tiempo”. Pues eso.
Contamos con la fortuna de que el camino está marcado por otros sectores y no tenemos más que seguirlo y hacer las adaptaciones al nuestro. La primera piedra está puesta, pues hemos pasado de “hartazgo” ante la palabra “proptech” a abrazarlo (querida Sandra, ¡te lo debía!). El reto está ahí, espero poder ser más optimista al final de este año.
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